Se trataba de acondicionar una planta de vivienda para galería de arte. La vivienda situada en una entreplanta disponía de un sótano. El acceso se realiza a través del portal del edificio. La intervención se centra en la zona de entrada y en la escalera de bajada al sótano. La estructura que conforma un pequeño vestíbulo a la entrada pretende crear un espacio intermedio de transición entre el portal y el interior, con una escala que contrasta con ambos espacios. El mostrador se articula y compone con la geometría de esta estructura acristalada, y el techo acota su dimensión en altura, más baja que el resto. La otra pieza de atención ha sido la escalera de acceso al sótano, que se ha tratado como una escultura en mármol con distintos acabados superficiales. Tanto el sótano como la planta superior se dejan como espacios diáfanos que permitan cualquier montaje expositivo.