Finca de Matallana, Villalba de los Alcores, Valladolid
2000
Cultural
El palomar viejo de la finca de Matallana responde a la tipología de palomares construidos en tapial, de planta circular, con la pendiente de las cubiertas hacia el exterior.
Exteriormente está resuelto con muros de gran espesor, sobre los que apoya la estructura de madera que da forma a la cubierta. Las bases del muro son de piedra a modo de zócalo, que junto con la cimentación también de piedra, permite aislar la fábrica de adobe de las humedades del suelo y de las salpicaduras del agua de la cubierta. La cubierta de teja cerámica curva vuela en todo el perímetro ligeramente.
La cubierta dispone de cuatro troneras para la entrada de las palomas.
En el interior, las calles se organizan paralelas a la puerta de entrada. Los muros de adobe con los nidales vaciados en el muro, se disponen sabiamente para permitir el acceso a la parte superior donde se colocan los comederos, resueltos con tres tejas que permiten por su disposición y dimensiones que los excrementos de las palomas caigan a las calles donde posteriormente podrán recogerse cómodamente para su utilización como abono.
Pese al mal estado de conservación en que se encontraba, con daños en los muros exteriores como consecuencia de las aguas de lluvia y acción del viento y hundimiento de parte de la cubierta por causa del mal estado de la estructura de madera, dañada por el agua, su recuperación era posible.
La intervención se ha planteado con el criterio de recuperar su estado original con el máximo respeto a todos y cada uno de los elementos y materiales que lo definen, con el fin de convertirlo en una edificación visitable que permita conocer cómo eran y funcionaban los palomares, elementos de gran interés e importancia dentro de la arquitectura popular de la zona.
En este sentido, la estructura de la cubierta se realizó totalmente nueva en madera de pino, así como los elementos de cubrimiento situados encima, tablero de madera, aislamiento y teja.
Los muros de cerramiento se sanearon y restauraron por el interior y exterior a base de tongadas de adobe, utilizando el procedimiento tradicional de pisar el barro y mezclarlo con paja.
Interiormente se restauraron los nidales deteriorados y los comederos.
Desde la restauración, el palomar está abierto a los visitantes de la finca de Matallana, con paneles y maquetas en su interior que recogen información sobre las características, tipos y situación de los palomares de la zona.
PROPIEDAD
Diputación de Valladolid
PUBLICACIONES
OBRAS Y PROYECTOS EN LA DIPUTACIÓN DE VALLADOLID. ROBERTO VALLE