La disposición del edificio en la parcela estaba determinada por la carretera de acceso, la previsión de que se pudiera ampliar el edificio en el futuro dentro de la parcela, por la construcción de la torre de prácticas en otra fase posterior y por la reserva de un espacio exterior en la parte trasera del edificio en comunicación con el gimnasio. En un volumen de planta rectangular, resuelto con ladrillo vitrificado de color azul marino, se alberga la zona de aparcamiento de los vehículos de los bomberos. Este espacio es de doble altura y el resto del edificio, donde se sitúan la zona de entrada, vigilancia, vestuarios, gimnasio y las aulas, tiene dos plantas. Los espacios comunes interiores disponen de grandes lucernarios de luz natural. Una losa de hormigón visto de color blanco marca la zona de la entrada y el inicio de una secuencia de espacios con distintas alturas en la transición del exterior al interior. En una fase posterior se construye la torre para prácticas de los bomberos. La altura de la torre, la disposición de los huecos y tamaños, etc. responden a las necesidades del tipo de prácticas que tienen que realizar. Los materiales utilizados fueron ladrillo vitrificado de color azul ultramar y celosía de acero galvanizado, sobre una estructura de hormigón armado. La forma del edificio, la disposición y altura de la torre y el color singularizan el edificio y el carácter público del mismo en el entorno de la zona industrial en el que se ubica.