En esta intervención de reforma de un local para una tienda de ropa de mujer, la fachada de piedra se tenía que conservar. Se ejecuta una nueva fachada toda de cristal, retranqueada con respecto a la de piedra, sin elementos verticales de partición, con el fin de que tenga la mínima presencia. De los huecos de la fachada, uno se utiliza como entrada y el otro como escaparate. Entre ambos, por el interior, se construye una vitrina de cristal en toda la altura del local, de 5 metros de altura, para colocar un maniquí expositor. El escaparate se eleva ligeramente sobre el nivel de la tienda y se separa por un espejo giratorio de 5 metros de altura que permite también su utilización como probador. La presencia de este espejo y las múltiples posiciones que puede tener (pivota en el centro) produce múltiples imágenes reflejadas tanto del escaparate como de la tienda con el efecto cambiante, de interés en este tipo de espacios comerciales. La doble fachada de piedra y cristal produce en el interior un efecto espacial de caja de cristal. Interiormente la tienda se organiza en un único espacio, con un pequeño altillo donde se sitúan los aseos y un pequeño almacén. La escalera de acceso al altillo tiene gran presencia y articula los distintos espacios. Su tratamiento es escultórico y sirve como expositor de ropa. La prolongación de uno de los peldaños de la escalera se utiliza como mostrador. La barandilla de la escalera se convierte en soporte de las bolsas al prolongarse El lateral izquierdo se reviste de espejo de suelo a techo para aumentar el efecto dimensional del espacio. El resto en contacto con la escalera se reviste de mármol. El pavimento de mármol de 1,40 x 1,40 metros se prolonga hasta el exterior excepto en la zona de la vitrina, donde se utiliza mármol de color verde. La superficie del local es de 57 metros cuadrados y el coste de las obras 45.000 €.